Producto Mínimo Viable ¿Qué es?

¿Qué es un Producto Mínimo Viable?

El Producto Mínimo Viable es un concepto que ha cobrado una gran relevancia en la creación y gestión de empresas. Denominado en muchas ocasiones por las siglas en inglés MVP (Minimum Viable Product), muchos modelos de negocio utilizan esta herramienta para evaluar y validar un proyecto o producto antes de lanzarlo al mercado.

Se trata sin duda de un aspecto esencial que debe tener en cuenta todo emprendedor y, de la misma manera, quienes desarrollan un proyecto de empresa como parte metodológica del Máster en Administración de Empresas que se imparte en Valencia, ya que permite reducir el riesgo y tener un conocimiento contrastado del mercado con respecto a la propuesta de valor que se pretende ofrecer al cliente.

Por ello, en este artículo te explicaremos qué es un Producto Mínimo Viable y cuáles son sus principales características. A continuación te mostraremos también los distintos tipos de MVP y algunos ejemplos reales y prácticos para que puedas comprender con mayor facilidad la utilidad de este instrumento.

Producto Mínimo Viable: orígenes y definición

Los orígenes del Producto Mínimo Viable los encontramos por primera vez en Frank Robinson, CEO de la empresa SyncDev. Aunque son los autores Eric Ries y Steve Blank, que dieron visibilidad a este concepto en su famosa obra The Lean Startup, ya que se trata de un elemento esencial en esta estrategia de negocio, en la que se busca obtener el máximo aprendizaje sobre el comportamiento de la demanda antes de elaborar un producto.

Podemos definir como MVP como una versión de un nuevo producto, que se ha creado con los mínimos recursos posibles, y orientada a obtener el máximo conocimiento de los clientes. Este conocimiento del mercado permitirá a la empresa tener una base para validar, mejorar o desechar el producto y construir su modelo de negocio.

Al crear un Producto Mínimo Viable, el objetivo consiste en reducir el riesgo que plantearía invertir grandes recursos en la creación de un producto, cuando todavía no sabemos qué repercusión podría tener. Por lo tanto, se trabaja en un producto básico y con un coste más reducido, pero con todo lo necesario para ser vendible.

No se trata de un mero prototipo, ya que no implica evaluar si un producto es válido o no en el mercado, sino que se analizan muchos otros aspectos. Por ejemplo, si existe demanda para ese tipo de producto, cómo debe hacerse la segmentación del mercado, definir el perfil del cliente, qué precio debería tener, o si el modelo de negocio va a ser viable comercializando este tipo de producto.

El objetivo del Producto Mínimo Viable es valorar si nuestro producto va a solucionar las necesidades de los clientes. Su función es reducir la incertidumbre en un entorno de mercado en el que existen herramientas que permiten a las empresas medir y adaptarse a los deseos de la demanda, en lugar de crear un producto de forma especulativa e invirtiendo grandes recursos, pero desconociendo cómo va a ser el resultado. Parte así de un enfoque puramente lean para minimizar las pérdidas. No se trata de crear un producto y luego buscar la forma de venderlo, sino de entender primero qué quiere el cliente, y después, crear el producto que satisface sus necesidades.

Producto Mínimo Viable

Tipos de MVP: ejemplos reales y prácticos

Existen múltiples estrategias para crear un Producto Mínimo Viable. Cindy Álvarez, autora del libro “Lean Customer Developement”, expone seis tipos de MVP. Veamos algunos casos prácticos en los que un emprendedor digital puede utilizar herramientas para crear y validar su modelo de negocio a partir de un MVP.

Preventa

Este método consiste en presentar un producto, aunque todavía no se haya desarrollado. Generalmente, la pre-venta de los productos se realiza a través de una página web o tienda online, lo que permite que el cliente no necesite tocar un producto tangible para tomar su decisión de compra.

A través de la pre-venta, puedes generar un esquema de problema-solución, lo que te permitiría analizar el interés y respuesta de la audiencia. Un ejemplo práctico de la preventa sería lanzar un curso online o un ebook en preventa, lo que te permitiría medir ya el grado de interés en el mismo.

Generación de audiencia

Esta estrategia consiste en atraer al público a través de contenidos. Al generar primero la audiencia antes de tener el producto, podemos crear un producto que se adapte realmente a las necesidades del cliente.

Es el caso de muchos emprendedores digitales, que primero crearon un blog donde hablaban de sus experiencias para generar la audiencia adecuada, y después ofrecieron servicios o cursos para ayudarles a seguir sus pasos.

Mago de Oz

Se trata de crear una apariencia de producto terminado, aunque los procesos son manuales e improvisados. El objetivo es experimentar cuál sería la reacción de la audiencia. Por ejemplo, crear una página de aterrizaje en la que se vende un producto del que no disponemos.

Ese es el caso de los inicios de Zappos, una zapatería online que empezó creando una página web rudimentaria, en la que ofrecía fotografías de productos de las tiendas físicas de la ciudad. Cuando los usuarios mostraban interés en un producto concreto, acudían a la tienda física, compraban el producto y lo enviaban.

Conserje

Este experimento tiene el objetivo de generar ideas que puedan ser de valor a la hora de ofrecer el producto o servicio terminado. Los participantes aportan conocimiento sobre cómo podemos prestar la mejor solución a su problema. A diferencia del “Mago de Oz”, aquí el usuario debe ser consciente de que el producto o servicio es manual.

El caso paradigmático es el caso de la plataforma de alojamientos Airbnb, donde los fundadores colocaron unas camas hinchables en su casa y ofrecieron la estancia por Internet por un precio/noche. Esto les permitió conocer con detalle las necesidades de sus clientes, estudiar sus reacciones a este tipo de servicio y tener las bases para crear su proyecto.

Único uso

Consiste en probar la hipótesis de introducir una característica a un producto. Esta técnica es muy utilizada por la mayoría de Software como Servicio que se pueden encontrar en Internet. El fabricante realiza una mejora o actualización, observa la reacción de los usuarios y, si funciona, la mantiene. En caso de que no, la retira.

Basado en productos de terceros

Se trata de experimentar los resultados de un producto o servicio basado en productos de terceros. Por ejemplo, crear una empresa de alojamiento web, en la que actúas como revendedor de otro hosting, por lo que tú no tienes que ocuparte directamente del mantenimiento de servidores y sólo necesitas estar enfocado en las ventas y la atención al cliente. Se invierte unos recursos mínimos.

Conclusiones

Como puedes comprobar, muchos proyectos de ideas de negocio utilizan la herramienta del Producto Mínimo Viable para validar sus productos.

Las herramientas digitales y los medios tecnológicos de los que disponemos en la actualidad permiten evaluar un modelo de negocio de manera más precisa y sin caer en especulaciones, lo que nos ayudará a minimizar riesgos y diseñar una estrategia eficaz que se enfoque en la satisfacción del cliente de forma superior frente a la oferta de la competencia.