El equipo humano que hay detrás de un proyecto es, sin duda, el activo más valioso para una empresa. Invertir en formar y capacitar de forma adecuada a esos empleados a través de un proceso de mentoring empresarial es una estrategia eficaz para impulsar el crecimiento y la competitividad de la organización.
En este artículo repasamos el concepto de mentoring empresarial, sus funciones y qué ventajas ofrece a las organizaciones actuales.
¿Qué es el mentoring empresarial y cuál es su objetivo?
El mentoring empresarial implica guiar, apoyar y acompañar a una persona que se encuentra en una etapa anterior de su carrera compartiendo experiencias y conocimientos con el objetivo de impulsar su desarrollo profesional.
Un mentor se define como una persona que acumula una dilatada trayectoria en el mundo de los negocios y que está dispuesta a compartir su sabiduría, aprendizajes, recursos y contactos con otro profesional dispuesto a aprender de sus éxitos y fracasos.
Por tanto, el objetivo del mentor es aconsejar, asesorar y ofrecer su apoyo y confianza a la persona que mentoriza para superar los desafíos empresariales y alcanzar así sus objetivos laborales establecidos en un plan de carrera profesional.
Por su parte, el mentor crece gracias a la interacción con sus aprendices, desarrollando sus habilidades formativas. Al trabajar con sus educandos, los mentores adquieren nuevas perspectivas, aprenden tecnologías innovadoras y mejoran sus habilidades de comunicación y liderazgo.
Asimismo, los mentores de negocios también obtienen la satisfacción de ayudar y guiar a sus aprendices en su camino hacia el crecimiento personal y laboral.
En definitiva, a través del proceso de mentoría, se perfeccionan las habilidades profesionales y se adquieren aprendizajes de la mano de una persona experta en su área que acumula años de conocimiento práctico. Así, el aprendiz consigue enfocar sus esfuerzos y acelerar su trayectoria hacia el éxito empresarial.
¿Qué ventajas ofrece el mentoring empresarial?
Cualquier persona dentro del organigrama de la empresa puede crecer a través del mentoring. Los nuevos empleados pueden participar en un proceso de mentoría, individual o grupal, hasta adquirir los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar sus funciones y trabajar por las metas de negocio.
Por otra parte, un emprendedor, un mando intermedio, un propietario de negocio o el CEO de una empresa también pueden trabajar con un mentor para acelerar los resultados que por su cuenta tardaría meses en alcanzar.
Lo cierto es que la figura del mentor empresarial está cada vez más asentada en el mundo de los negocios, ya que constituye una fuente de conocimiento y apoyo crucial.
Sin embargo, un proceso de mentoring empresarial solo obtiene buenos resultados si el alumno está dispuesto a escuchar, aprender e implementar. Para ello, es clave que la relación entre mentor y aprendiz se base en la confianza y el esfuerzo compartido por ambas partes.
Pero, ¿qué ventajas ofrece el mentoring empresarial? Las repasamos a continuación.
1. Aprender de experiencias previas para acelerar resultados
Uno de los beneficios más destacados de tener un mentor de negocios es que ese profesional ya ha logrado alcanzar las metas que tú persigues. Podrás aprender no solo de los éxitos alcanzados, sino también de los errores cometidos. De esta manera, estarás preparado para manejar y afrontar los desafíos que surjan diseñando soluciones efectivas y probadas.
Igualmente, gracias a un proceso de mentoring empresarial vas a poder ver los problemas y coyunturas que afronta la organización desde perspectivas y contextos que quizá no habías considerado antes. El resultado es un crecimiento más acelerado que si atravesases este proceso en solitario.
2. Mejorar habilidades clave y acceder a estrategias validadas
Un proceso de mentoring empresarial te ayudará a perfeccionar tus habilidades empresariales como la analítica, la creatividad, el liderazgo, la gestión de personas o el trabajo en equipo. Asimismo, te ofrecerá un recopilatorio de estrategias probadas y métodos validados que puedes emplear a lo largo de tu carrera profesional.
3. Desarrollar aptitudes para manejar los desafíos
Saber que cuentas con un mentor a quien acudir cuando enfrentes situaciones empresariales difíciles puede darte confianza, seguridad y ánimo para manejar los desafíos y tomar mejores decisiones.
De igual modo, el respaldo del mentor te da la tranquilidad de saber que no estás solo. Ahora tienes a alguien a tu lado que te escucha y te ofrece su opinión con la garantía de saber que esa persona ya ha transitado por esa misma coyuntura y tiene la seguridad de qué es lo que funciona y qué es lo que no.
4. Expandir la red de contactos
El mentoring empresarial te abre oportunidades de networking. Recuerda que la creación de redes es imprescindible para cualquier negocio, sin importar el tamaño o la industria.
Un mentor de negocios tiene una amplia red de contactos. Este hecho te brinda la oportunidad de relacionarte con personas a las que antes no habrías tenido acceso como directivos, ejecutivos y líderes dentro de tu industria. Estas conexiones te pueden ayudar a desarrollar potenciales oportunidades de negocio en el futuro.
5. Aumentar la satisfacción laboral y retención de empleados
Contar con un proceso de mentoring empresarial en una organización es positivo para incentivar la participación, el compromiso, el enfoque y la motivación de los trabajadores.
Saber que líderes experimentados les guían y potencian su desarrollo, conduce a una mayor satisfacción de los empleados, que comprueban cómo la empresa los valora y continúa invirtiendo en su formación a través de estos programas de mentoring. Las relaciones en el entorno de trabajo y el bienestar laboral también se ven favorecidos ante el aumento de la confianza y la comunicación.
El resultado es una mayor retención de empleados, un aumento de la productividad y una mejora de la competitividad del negocio, tres aspectos que repercuten directamente en el incremento del rendimiento empresarial.
Mentoring empresarial y coaching ¿es lo mismo?
Tanto el coaching como el mentoring empresarial persiguen el mismo objetivo: ayudar a las personas a alcanzar sus metas aprovechando la experiencia del coach o mentor. Sin embargo, ambos procesos se desarrollan de forma diferente.
Por un lado, el mentoring es un proceso a largo plazo (puede durar meses e incluso años) y tiene un carácter más directivo. Como hemos visto, el mentor enseña y orienta compartiendo su conocimiento, experiencias y habilidades, señalándole el camino al aprendiz y guiándolo hacia la dirección correcta.
Respecto al coaching, suele ser un proceso a corto plazo y, a diferencia del mentoring empresarial, no es directivo. Esto significa que la función del coach es inspirar y motivar. Lo hace planteando las preguntas correctas, escuchando y brindando el espacio y la confianza necesarios para que la persona que recibe el coaching descubra cómo puede rendir más, potenciar sus logros y encontrar capacidades propias para alcanzar sus objetivos.
El coach no expresa sus propias ideas o puntos de vista, ni ofrece soluciones o recomendaciones como hace un mentor. Su papel es desafiar e invitar a la reflexión para que el profesional que recurre a él sea capaz de descubrir cuáles son los próximos pasos o cuál es la mejor forma de avanzar.
En otras palabras, el coach te muestra el mapa para alcanzar tu destino, pero no te lleva hasta allí, sino que te acompaña en el camino, asegurándose de que consigues llegar implementando un cambio de hábitos y comportamientos.
Por contra, el mentor sostiene el mapa y te enseña cómo llegar al destino deseado, aconsejando para tomar los mejores desvíos y alertando de los baches del camino porque él mismo ya los conoce, dado que ha recorrido un trayecto similar en su vida profesional.
Ahora ya tienes claro el concepto de mentoring empresarial, un proceso que te puede ayudar a desarrollar un negocio más sólido y sostenible.
Si este es tu objetivo, no pierdas la oportunidad de formarte de la mano de un claustro docente de prestigio como el que imparte clases en el MBA de la Escuela de Negocios en Valencia de la Cámara de Comercio.